He crecido con la televisión. Esta por tanto forma parte
de mi vida cotidiana como lo hacen la lavadora o el micro. Eso sí, con la gran
diferencia que ni el microondas ni la lavadora me muestran un mundo, ni
intentan venderme producto publicitarios ni se preocupan en saber si lo tengo
encendido o no.
Otra de las cualidades de la televisión es la de mostrar la
vida cotidiana del resto del mundo que llamaremos realidad. La televisión puede
mostrarla desde la forma más pura (como el porno terror) a la forma menos
transparente, ignorándola (si no aparece en la televisión, no es noticia, no
existe).
Para mi el discurso televisivo es sin duda el encargado de mostrarnos lo que el
enunciador considera la vida cotidiana. De esta forma, nuestro conocimiento y
percepción del mundo dependen de lo que el discurso televisivo decida mostrar.
Sobra decir que por tanto es una de las partes más importantes de lo que
engloba a la televisión.
Queda demostrado con la apropiación educativa el potencial del discurso televisivo, capaz de hacer adoptar posturas de la televisión en la vida cotidiana. En cuanto a la representación de la vida cotidiana de forma testimonial esta se valoriza cuando el espectador se ve como actor. En cambio en los noticieros se sustituye por la historia.
ResponderEliminarPor otro lado el término concientización permite un nuevo orden en el que los problemas cotidianos cobran más fuerza. Es decir, es posible plasmar en la televisión una representación fiel de los seres humanos concretos. La mayoría de los cuales utiliza la televisión para evadirse de la vida cotidiana de miseria que les ha tocado.
De mi libro Tv Broadcasting para el desarrollo rescato también las tres funciones del lenguaje televisivo:
-lenguaje para identificación emocional afecta mejor parala fantasía y el deseo
-mix de géneros implica descubrir potencialidades en la audiencia
-no toda modelización educativa es lograble.
*Del artículo T.V. Broadcasting para el desarrollo
EliminarComo hija de la televisión es normal que la televisión forme parte de tu vida cotidiana y sea una presencia más en la casa. Aun así suelen darse dos tendencias predominantes en cuanto a la tele como aparato de hacer compañía o con el que tenemos una cita diaria fija.
ResponderEliminarEn cuanto al discurso, la televisión cotidianizada ya no es casi nunca un lugar del espectáculo sino que el lenguaje nos presenta la sociedad bajo un enfoque naturalista, como si el lenguaje de la televisión fuera natural, familiar. De esta forma la cotidianización puede matar el espectáculo transformando a través de la visión naturalista lo que parecía extraño en algo normal y cotidiano.
Creo que la televisión se ha convertido en el determinante social básico del entorno cotidiano de las sociedades tecnológicamente avanzadas. Como bien dice Bechelloni meten el aparato en tu casa y pasa a formar parte del espacio doméstico.
ResponderEliminarY siguiendo un poco la idea de bechelloni en cuanto al discurso, considero que la televisión está dentro de la vida cotidiana y que la transforma cuando muestra el discurso televisivo. La televisión transforma la realidad en espectáculo y muestra el deseo del espectador medio atendido en términos de audiencia y no de realidad.
Para mi el discurso televisivo es un discurso capitalista que fabrica el objeto de deseo del comprador. Es más, el discurso informativo hace ya tiempo que ni si quiera muestra un mundo reconocible como realidad. Ofrece una ensalada fragmentada del mundo carente de dimensión narrativa. El discurso televisivo si bien es transparente cocha con la realidad ya que muestra una realidad donde lo real en forma de siniestros forma parte del espectáculo.
ResponderEliminarLa crisis simbólica de la postmodernidad provoca que los discursos se limiten su ámbito semántico a criterios de eficacia además de vaciarse de toda dimensión de transcendencia.